El ser humano desea vivir al máximo sus días, y muchas veces desea desde lo más profundo de su corazón poder conocer el futuro de sus días, es más, quisiera saber que sucedería si hiciera esto o lo otro, y poder de la misma forma conocer cuál es la mejor decisión en su vida en todas sus perspectivas.
Por ende, cuando se le pregunta a alguien sobre las decisiones conyugales o de parejas equívocas que se tomaron, responden con un sombrío desanimo: "Si hubiese sabido". El ser humano está incapacitado para conocer el futuro y el camino de sus días, de la misma forma Dios no espera que seamos títeres controlados por su mano poderosa, sino más bien, seres conscientes de las acciones y responsables en las actitudes que tomamos, por eso mismo al nosotros no depender exclusivamente de la mano de Dios en la toma de decisiones, estamos propensos a hundirnos en nuestros deseos, y estamos peor aun propensos a desfallecer en nuestros sueños y metas propuestos.
Es por eso que a la hora de poder establecer relaciones sentimentales debemos ser conscientes que si es la voluntad de Dios jamás de los jamases destruiremos nuestra vida, sino más bien estaremos llenos de prosperidad paralelamente de como prospera nuestra alma.
Escrito por:
El Soltero de la Mancha
Embajador de Solterilandia en El Salvador
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