sábado, 30 de agosto de 2008

Cápsula para Solter@s

La regla número uno es que el cristiano nunca jamás, en ningún momento, bajo ninguna razón; puede andar con alguien que no sea de la familia de Dios. Aunque tú digas, "Es que la quiero un paquetón" o "Es que no hay muchachas(os) cristianas(os) en mi iglesia" o "él/ella se convierte luego". A esto, Dios le denomina yugo desigual (2 Corintios 6:14-16) y por si fuera poco, lo enfatiza seis veces, no me creas a mi, búscalo ¿Cómo fue que cayó Salomón? Andaba muy bien, hasta escribiendo proverbios, pero empezó a echarle ojitos a unas paganas muy simpáticas y de ahí en adelante, todo se le fue a pique. Si tú eres de Dios, tienes que obedecer en lo fácil y en lo difícil. El sólo busca tu bienestar. El enemigo anda como un león rugiente buscando a quien devorar, quiere robar, matar y destruir. Dile que tú eres "propiedad privada", y tu misión es obedecer a Dios.

La regla número uno es: No andarás con nadie que no siga a tu Señor.

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