Que la gracia y la misericordia de Dios, more en cada corazón de los que habitan en la ciudad de los solteros felices, Solterilandia. Me siento contento al poder comunicarme con cada uno de ustedes, que día a día trabajan y se esfuerzan por dar lo mejor de sí mismos, en una de las etapas más maravillosas de la vida: La Soltería. Y no está de más decir, que para algunos, vivir en Solterilandia les causa tristeza. Pero tengo por cierto que las solterías del tiempo presente, no son comparables con el matrimonio que en nosotros algún día ha de manifestarse.Recientemente, mientras caminaba por el sector Rosas y Claveles, en el sur de Solterilandia, observé la dedicación y la alegría de los solteros que viven allí. Hacen diversas actividades tanto seculares como cristianas. Vi quietud en ellos, y me informaron que Dios tiene su pareja reservada para el día indicado. Eso me llenó de alegría y gozo, ver la confianza que tienen en Dios, para que Él les ayude a salir de Solterilandia en el momento preciso.
Solteros y solteras, tengan buen ánimo, ya lo dice un nuevo y desconocido refrán: No hay soltería que dure cien años, ni soltero que la resista. Nosotros tenemos el privilegio de ser la materia prima de los próximos matrimonios, y los padres de las futuras generaciones. Adelante, con Cristo llegaremos hasta el final.
El Príncipe Verde
Gobernador de Solterilandia
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