sábado, 3 de mayo de 2008

Revelaciones de la Carne

1era. Visión del Profeta Solteremías

En el año noveno del reinado de Emiliano, pastor de la iglesia La Higuera Mojada, vino a mí palabra de mi propia concupiscencia, diciendo: Enamórate de Rocío, la hija del diácono Gilberto, la que tiene los ojos azules, entona himnos y es atractiva a los ojos. Y me dijo también, ve y dile: Una rosa como tú, necesita una espina como yo, y un tesoro como tú, necesita ser guardado en un cofre como yo. Y cuando mi concupiscencia terminó de hablarme, yo me levanté y me alisté para irme para la iglesia, y hablar con Rocío después del culto. Entonces le dije lo que mi concupiscencia me había dicho. Y Rocío me dijo que ella no está en tener amores por ahora, que ella estaba en consagrarse, y que yo debía hacer lo mismo. Entonces yo, luego me fui a mi casa muy triste y dejé de hacerle caso a la voz de mi concupiscencia.

No hay comentarios: